"La vida se mide por impulsos"

¿Quién dice que maña no te despiertes con ganas de comerte el mundo, y al día siguiente será el mundo el que te coma a ti? Todo se basa en la forma en que mires las cosas. Sé que estamos en una edad llena de cambios, de nuevas experiencias y que todo se vuelve más difícil. Pero hay algo que debemos aprender, es hacer las cosas cuando nos apetecen y cuando en realidad queremos. Ahora se lleva mucho eso de ser mandado, eso de decir aquí y ahora y obedecer. Yo tengo el placer de no ser de esas, soy de las que no se callan ni debajo del agua, de las que discuten aunque el tema no vaya con ellas, de las que protestan aunque no entiendan del tema, de las que sus argumentos son un "porque si" o "porque lo digo yo", de las que prefiere llevarse una buena ostia que callarse o dar la razón a cualquiera. También de las que un día se corta el pelo por el cuello y al día siguiente desea tener el pelo por el ombligo, de las que se pinta las puntas de rosa y está deseando de volver a tener su pelo natural. Soy impulsiva como la vida misma y por lo tanto adolescente.

"Si por tonta lloré, por zorra sonrío"

Que hoy dejo por escrito este último capítulo de esta impronunciable historia. Son horas de dejar ir todo lo malo, de dejar atrás todo lo que en realidad duele; porque en verdad siempre hay demasiado tiempo para pasarlo mal, cuando en verdad deberíamos preocuparnos por pasarlo bien en cada momento; en ese instante donde coges aire para respirar, donde suspiras, donde tuerces la vista de un lado a otro para cruzar la calle, donde miras a tu mejor amiga y piensas que si no habría sido por ella; nada de esto sería posible. Y creo que es el momento preciso, ya que hoy me encuentro con más fuerzas que nunca, y si suena raro que un día que te sientas con fuerza decidas mandar todo a la mierda. Pero piénsalo, es ahora o nunca. Es esa duda, de seguir como hasta ahora o por lo contrario, arrancar la página, tirar con el libro, quemarlo o comprarse uno con las páginas en blanco; donde puedas escribir de nuevo tu propia historia. Porque ahora el nuevo libro estará repleto de momentos vividos con mi mejor amiga, mis sonrisas, mis éxitos, mi familia .. pero nunca dependerá de nadie como esta vez. Llega un día donde lo ves todo negro, decides abandonar y mandar todo a la mierda, pero luego recapacitas y piensas que rendirte tan fácilmente, es un gusto que a nadie le puedes dar. Porque ahora solo queda mirar hacia adelante, porque aún queda mucha vida por vivir, muchas sonrisas que gastar, muchos besos que dar y muchos sueños que cumplir. Tío, olvídate de torturarme; tu juego ha acabado aquí y mírame soy feliz.

"Sinceramente, prefiero joderme a joderte"

Perdóname si suena repetitivo, pero tío no puedo evitar mirarte a los ojos y decirte "te quiero". Porque no es un te quiero cualquiera, es el te quiero de una persona que ha puesto la mano en el fuego por ti, y se ha quemado, se ha interpuesto entre más de una bala que iban hacia tu izquierda, ha hacerte daño. Sobre todo, ha puesto tu sonrisa antes que la de cualquiera, antes de la suya misma .. Y créeme si te digo que no me arrepiento de nada de todo lo que ha sucedido en este año y medio de lucha. Contigo he aprendido ciertos valores y he desaprendido otros tantos, pero pienso que si fue contigo sería por algo, porque estaba escrito; o porqué tal vez al que dicen que está ahí arriba se le antojó que fuera así. Quizás mi única manera de aprender fue llevarme estos golpes, golpes de los que duelen, de los que tardas años en recuperarte, o quizás no te recuperas; si no que vives con ellos. Y con esto quiero decir que he aprendido a ser fuerte, tan fuerte que la piedra a mi lado se queda blanda y si, es raro que a estas alturas donde todo tendría que ser de color claro, ya no digo rosa; no lo sea. También he aprendido a tener sangre fría, a actuar antes de pensar, a hacer las cosas por impulso; a hacerlas a mi manera, a mi gusto. A no agachar la cabeza ante nadie, y menos a poner la mejilla para recibir la ostia que me han ofrecido. Por otro lado he desaprendido lo más básico, lo que no cuesta aprender, a apreciar los pequeños momentos. En eso se basa lo que nos enseñan desde que el corazón hace ¡boom! y empieza a latir, en apreciar una sonrisa de un hermano, de un momento que jamás se volverá a repetir, de un beso apasionado, de un abrazo con tu mejor amiga, de un regalo que tanto deseabas o de un viaje que llevabas deseando hacer hace mucho tiempo. Por último me he olvidado de mí misma, he llegado a estar tan dentro de ti, que me he olvidado, he dejado de ser yo a ser tú. Y créeme no es agradable ver como mi piel se palidece, mis labios dejan de ser de un color rojo pasión a ser simplemente violetas. Sabes, es como cuando miramos para adentro de nosotros mismos y sentimos falta de nuestra propia alma.

"Si hubiera llevado un diario del dolor, la única anotación habría sido una palabra: yo"

Todo habría sido más fácil, si desde el primer momento que hubiera sentido algo, disparase a esos sentimientos. Porque para hablar de mí, obligatoriamente tengo que mencionarte y sí, duele, duele de verdad. He intentado convencerme de todas las formas posibles de que ya te he olvidado, de que no existes, de que nunca más pronunciaré tu nombre y lo que más me cuesta es decir que ya no te quiero; y sí, me siento tonta o más bien inútil al saber que todo el esfuerzo que pongo día a día para mantenerme en pié es en vano, porque cuando me preguntan por ti, o yo pronuncio tu nombre, me derrumbo tío. No entiendo este ni contigo, ni sin ti; porque tampoco quiero pasar de página, ni mucho menos cambiar de libro. Y es duro, que por lo que has estado luchando durante año y medio o más, haya complicado tanto tu vida. Al principio una tontería que luego se juntó con inseguridad, miedo, dolor, desconfianza, lágrimas, tristeza, asco, enfermedad .. Un cúmulo de cosas, que crees haber podido con ellas, que crees haber olvidado, pero cuando menos te los esperas !Boom! Eso todo revienta y hace que cada cosa se acople en un lugar donde, por supuesto, duele, desgarra el alma de tal manera que preferirías estar muerta, no puedo describir como es esa sensación; pero si os puedo decir que no es nada agradable. Tal vez sea algo pasajero, o quizás sea algo que estaba escrito, que me ha tocado vivir para poder aprender; pero ahora es demasiado tarde para aprender, porque a mí a estas alturas ya nadie me puede enseñar lo que es sufrir. Quizás os suene raro que una chica de dieciséis años pueda decir esto, dicen que siempre hay una excepción, una entre un millón; esa debo de ser yo. Y que es imposible que con tan pocos años, los daños sean mayores, pero estamos en el mundo real, vemos día a día cosas que son injustas, y no lo creemos. Ya sé que todo tiene solución, que esto es cuestión de verlo medio lleno, porque a veces no hay otra opción.

"Algunos de los mejores momentos de la vida, son errores"

Y hoy tengo más ganas de escribirte que cualquier otro día. Hace un año que llegué de Alemania y puse los pies en España. Llegué a casa y me esperaba lo mejor, mis padres y mi hermano. Pero, esa sonrisa no se debía a solo a eso, sino que a la noche saldría de fiesta con mis amigos para celebrar que estaba de vuelta y por supuesto me lo encontraría.
Después de un mes hablando por tuenti y diciéndome que tenía ganas de verme, que echaba de menos mis sonrisas, mis tonterías, mis palabras inacabadas .. Yo simplemente fui capaz de decirle que le quería, que ya lo había echado de menos antes de irme.
Tú me repetías una y mil veces que disfrutara de las vacaciones, que no todos los días se tiene la oportunidad de irse a Alemania un mes sola y poder aprender alemán, eso que tanto a mí me hacía ilusión y que él conocía mi debilidad por los idiomas. Y yo le respondía que sí, que tenía razón, pero que aún así le echaría de menos y quería verlo tan pronto llegara a España. Por fin llegó la noche, me puse mi mejor modelito y decidimos irnos de fiesta. Llegamos al punto de encuentro y veía que faltaba él,le pregunté a sus amigos y no sabían nada de él. Lo llamé, le mandé miles de mensajes .. Pero nada. Ya no estaba de humor y decidí contarles as mis amigas lo que había pasado  ese mes que estuve en Alemania, y su respuesta fue que le mandara un mensaje diciéndole que le quería y que quería estar con él. Me costó hacerlo, pero lo hice y apegué el móvil para despejar de todo.
Al día siguiente me levanté y vi un mensaje suyo dónde ponía que el también, pero que teníamos que quedar y hablar de todo lo que había pasado. Pasaron unas semanas y le dije de quedar para hablar de todo, y su respuesta fue que no, que ahora llegaría el instituto y sería mucho rollo para estar juntos.
Lo que yo no sabía es que esto solo había sido el principio de una historia que hoy por hoy, a base de caídas he tenido que superar y dejar atrás.