"Soy exactamente todo aquello que nadie busca"

Estamos equivocados con la idea que nos presenta la sociedad sobre la adolescencia. Si, esa etapa entre los doce y los diecinueve años donde sin querer nos ponemos eufóricos, queremos comernos el mundo y lo único que nos comemos son marrones; ni más ni menos. La sociedad nos presenta la adolescencia como una etapa donde todo es alcohol, sexo y drogas .. Y la verdad no van muy mal encaminados. Pero siempre hay excepciones como en todos lados, y aquí os presento una: Yo. Si, yo. Tengo dieciséis años y estoy en plena adolescencia, pero para nada busco ser el centro de atención de ser la que más bebe, la que más se droga o a la que más tíos se tira. Al contrario, intento ser distinta de esas que viven por mi pueblo que se conocen como "fulanas" porque todo el mundo ya las tiene caladas. Y lo peor es que se molestan de que las llamen así, cuando en realidad se tienen ganado ese nombre a pulso. Por eso yo intento no caer en ese prototipo de adolescencia, para no llevarme golpes como esos; que al fin y al cabo acaban marcando tu vida inconscientemente. Por eso intento ser yo misma, la que pongas los límites de mi propia vida, que decida lo que hacer y cuando, no porque me lo digan los demás o porqué se lleve de moda actuar así. También no se porqué, se lleva esa moda de no estudiar, de solo divertirse y de nada más. La verdad es que no lo entiendo, porque si no estudias, que coño pretendes ser en un futuro? Por otro lado, hay otra cosa que me preocupa bastante y es las nuevas modas que salen a la luz, que sin querer nos etiquetamos para intentar parecernos a alguien o solamente por sentirnos mejor con nosotros mismos sabiendo que somos de esa manera. Y no nos deberíamos etiquetar, ya que cada uno somos libres de vestir y actuar como nos de la gana. Finalmente quería decir que no soy ninguna santa, que me gustan las fiestas, salir y beber, pasármelo bien  y también alguna que otra vez coger un pedo, levantarme al siguiente día y no acordarme de nada. Pero soy fiel a mis principios, tengo las ideas claras desde hace tiempo. Sé lo que quiero, y en eso se basa que siga estudiando (primero de bachillerato) para algún día llegar a ser lo que a mi me gustaría ser. No me guío por etiquetas, simplemente me visto como quiero sin depender de que nadie me diga que eso me queda bien o mal; si no como creo que me siento mejor. Sé a quién quiero, por eso no tengo el nombre de "fulana" escrito en la frente, porque cada día no me ven andando con uno por la calle. Soy dueña de los excesos, pero ante todo soy dueña de mi misma.

"Contigo hasta el final"

Contigo aprendí que no hace falta ver a alguien para poder quererlo. Nueve meses fueron los días que estuve uno a uno tachando en mi calendario, deseando a que sonará el teléfono y me dijeran al otro lado: "ya está aquí" La última semana fue horrible para mí, apenas tenía tiempo para hablar con tus padres porque estaba liada con los exámenes, me pasaba las noches en vela; dando vueltas en la cama, pensando si estabas bien, si se habían olvidado de llamarme y ya habías llegado al mundo. Pero un día conseguí hablar con ellos, y me dijeron que todo iba bien, que ya quedaba poco y que lo peor ya había pasado. En las últimas horas que quedaban de espera, llegó un vídeo a mi móvil que para mí cambió mi vida de un segundo a otro. El vídeo contenía las patadas de un pequeño ser, que vivía dentro de una grande mujer. Me emocioné, como no; pero supe que desde ese momento he querido, quiero y querré a algo que durante nueve meses no he conseguido ver. Y ahora, que durante un tiempo te he tenido aquí a mi lado; he sabido aprovechar cada momento a tu lado, cada suspiro tuyo, cada sonrisa, cada beso que me mandabas y cada palabra que me dedicabas. No entiendo como una persona como con solo apenas ocho meses, ha podido sacar lo mejor de mi. Me ha hecho sonreír, me ha hecho sentirme bien, me ha hecho bailar, cantar .. y así infinitas cosas más. Ahora llega lo peor, te vas. Y yo, pues no puedo asumirlo porque en este mes que has estado aquí conmigo has hecho revivir cosas en mí que ni creí que llegará a tener; como esa ilusión de entrar por la puerta de casa y ver que quieres saber quién ha entrado, saber que me buscas cuando no estoy, que me llamas si no estoy contigo, que es escuchar mi voz y mueves la cabeza para buscarme. Tampoco olvidaré esas tardes contigo enfrente de la tele comiendo galletas, viendo dibujos alemanes para ir aprendiendo lo que en un futuro será el idioma que hables, leerte cuentos, cantarte canciones, hacerte cosquillas para verte sonreír, meternos en la piscina y ver como tus piececitos chapotean agua porque está muy fría. Porque sabes que es amor, si mancha tu camiseta de galleta con babas y no te enfadas, solamente lo miras, sonríes y te lo comes a besos"